martes, 25 de abril de 2023

Respirar...

Ahora vuelvo a respirar...

Tras meses de desenredo y traspasar capa tras capa,
llegó el reencuentro con mi ser, volver a ser mi propia dueña y colocarme en el centro...

Avanzar con los temores e ilusiones,
y sigo descubriendo nuevas revelaciones de quién soy ahora, empoderada, con ansias de vivirlo todo...

Apreciar y valorar cada instante,
a mi ritmo en la quietud y la velocidad, disfrutando cada momento...

Dejarme llevar por mi fuego e instinto,
sin olvidarme, atendiéndome... 

YO vivo intensamente.

1 comentario:

Stilgar dijo...

Tu entrada me recuerda mucho al final de "Así habló Zaratustra", cuando el profeta de Nietzsche ha vivido intensamente muchas aventuras y se ha superado a sí mismo. Sus antiguos valores y su antiguo yo quedan atrás y parte transformado, además de mucho más maduro, en un nuevo viaje sin destino definido. Es curioso como demasiada gente ve en el inmovilismo una forma de fuerza cuando es la capacidad de adaptación y superación lo que realmente nos hace fuertes. Incluso la foto que has puesto evoca la Naturaleza que tanta sabiduría transmitía a Zaratustra, siempre de una manera sencilla, recordándole lo que siempre había estado ahí pero casi había olvidado: el instinto de superación.

La vida, un eterno retorno sólo soportable para quien es capaz de interpretarlo de manera distinta cada vez, interpretaciones que no son sino reflejos de la persona que somos en cada momento.

Me alegro de que vuelvas a escribir ;)